Historia

ESCUELA SUPERIOR DE BELLAS ARTES «ROBERTO VIOLA»

LA HISTORIA DE SU HISTORIA

Autor: HECTOR B. VALENTINI

 Foto Historia

Escribir la Historia de esta Escuela, o por lo menos una crónica de aproximación, es algo que estimo, nos debíamos todos los que de alguna manera estuvimos pegados a su existencia.

PRIMER MOMENTO

«La Génesis»

Corría el año 1957. Un grupo de jóvenes entusiastas tuvieron la felíz idea de aunar sus esfuerzos y trabajar para la creación en Cruz del Eje, de una Escuela de Bellas Artes.

Consta en los archivos de esta institución, una copia de la nota, en donde esta gente cita a vecinos y solicita al Presidente de la Biblioteca Popular «Jorge Newbery» de esta ciudad, el local para realizar allí, una reunión de la cual debiera surgir la Comisión Pro Escuela de Bellas Artes. Esa reunión, se realizaría el día Sábado 10 de Mayo a las 19 hs.

La nota de marras, tiene fecha 5 de Mayo de 1957. Puede decirse que es el primer testimonio escrito con intención de fundar esta escuela.

Siguiendo con la investigación, se encuentra la copia de una carta, fechada el día 15 de Mayo de 1957, dirigida al Sr. Arnaldo Moyano, Director de la Escuela Fábrica de la Nación Nº 19 (luego ENET Nº 1 y hoy I.P.E.M. Nº 253), a quien se le comenta la constitución de la Comisión, y se le solicita permiso para «disponer provisoriamente» de las instalaciones del aula de dibujo de ese establecimiento en «tanto esta Comisión logre instalar su taller con sus elementos propios».

A la nota la firman el Sr. Ambrosio Zampieri y Ahrensburg como Presidente y Secretario respectivamente.

Un dato que llama la atención en esta nota es que dan como que la Comisión surge de una asamblea pública llevada a cabo el 11 del corriente en la Biblioteca, cuando la convocatoria original es para el día Sábado 10 a las 19 hs. Un dato por cierto irrelevante porque puede reponder a nuestra constumbre de equivocarnos en las fechas, o de postergar las reuniones.

El buen hombre que debió ser el Director, reponde a la carta del 15/05/57 con una nota que lleva el Nº 132/57 del 11 de Junio del mismo año, mediante la cual comunica al Presidente de la Comisión Pro Escuela, que sus gestiones ante la superioridad tuvieron éxito y que por Resolusión B.S. 1/57 se podía hacer uso de su Establecimiento en horario de 21 a 23,25 horas. Firma y sella Arnaldo P. Moyano.

Con fecha 4 de Junio de 1957, la Comisión Pro Escuela de Bellas Artes, emite un comunicado de prensa, cuyo texto es distribuido para su difusión al diario «Los Principios» de la ciudad de Córdoba, periódico «La Idea» y semanario «La Gaceta» de esta ciudad y a la emisora radial L.V.2 de Córdoba.

En esa Gacetilla periodísitca se dá como fecha de iniciación de las clases el día 3 de Junio de 1957 en el local de la Escuela Fábrica; previo elogio a la bonomía del Sr. Director Moyano. También mendionan que tuvieron una apreciale cantidad de alumnos inscriptos (más adelante se darán las cifras), y que el Señor Adolfo Negrini oficiaba de Director. Además se exhortaba a las «autoridades, banca, industria, comercio y público en general» a colaborar.

Aquí tenemos que hacer un alto en el cuento de la historia. Porque es menester resaltar un suceso, que seguramente pasará a ser una simpática anécdota.

Si se recuerda que al Señor Moyano se le solicita poder trabajar en su edificio con nota de fecha 15/05/57, y éste responde oficialmente la autorización por parte de sus superiores con nota de fecha 11/06/57, hay algo que no cierra. O sí?. Veamos. La gacetilla de prensa dá cuenta que la Escuela de Bellas Artes inició sus actividades en la Escuela Fábrica el día 03/06/57. El Sr. Moyano fue evidentemente un trangresor (para bien).

Su actitud de «buen vecino» no pasó desapercibida por los miembros de la Comisión, ya que en fecha 26/05/57 mediante nota, se lo gratifica incorporándolo como miembro titular de la entidad. Gesto que surgió de la reunión ordinaria del 20 de Mayo «en atención a su valiosa colaboración prestada, y como un reconocimiento de sus dotes culturales». Seguramente Moyano les había anticipado verbalmente su decisión.

La actitud de Moyano es soberbia. Como dicen los jóvenes «se jugó». Hoy nuestros directores (no todos) hubieran iniciado un expediente para que resuelva la «jerarquín superior». Esto está bien. Moyano también lo hizo. Lo que ocurre es que Moyano ejecutó lo posible. Los actuales dudan o temen lo posible.

Todo lo dicho, vale la pena reconocerlo, está tal vez, recargado de  datos numéricos. No obstante, de su lectura, se pueden rescatar algunos hitos importantes:

1. Se reconoce como fecha inicial en la gestación de la vida de la Institución el día 5 de Mayo/57.

2. Se oficializa la primera Comisión de Trabajo el día 11/05/57.   

3. Se establece como fecha inaugural de las actividades docentes el día 03/06/57.   

4.Su primer Director fue el Señor Adolfo Negrini.       

5. Se le dio amplia difusión, buscando el apoyo popular y de Instituciones del medio.

SEGUNDO MOMENTO

«La Oficializacion 1»

La Comisión que dejara formalizada la inauguración de las actividades del 3 de junio de 1951, no cejó en sus empeños. Siguió moviéndose. Hacia dónde apuntaban sus cañones?…Hacia la oficialización de la Institución.

De la lectura de los documentos existentes, se desprende que los integrantes de ese grupo, no eran ningunos improvisados a la hora de hacer gestiones oficiales, y que eran -además- buenos estrategas.

Primero, lograron que la Escuela de Bellas Artes «Figueroa Alcorta» de Córdoba, les proveyera de la Reglamentación de esa casa de estadios. Con Reglamento en mano, las cosas comenzarían a tener visos de mayor seriedad.

Hay una carta fechada el 7 de junio de 1957, en donde el Señor Antonio Fernández García, Director de la escuela capitalina, les envía el citado Reglamento.

Cumplido ese paso, y con buen tino, comenzó una suerte de batalla epistolar con el objetivo de encolumnarse, es más, de integrarse a esa casa de altos estudios.

Aparece en escena una nota firmada por la dupla Zampieri-Ahrensburg del 28 de julio de 1957, en donde taxativamente dicen:

«…se ha pensado en iniciar los trámites para incorporar esta Escuela a la de Córdoba «.

Y sigue:

«…le agradeceríamos quiera tener a bien de favorecernos indicándonos qué gestiones hay que realizar, a los efectos de conseguir la incorporación «.

En ese momento la escuela contaba con 73 alumnos inscriptos. Qué sigue después?

En una «movida» que daría envidia a los expertos del moderno «marketing», la comisión organiza una «Gran Función Cinematográfica» en el cine «Premier» para el día 9 de agosto de 1957 a las 21 horas.

Burt  Láncaster, desde el celuloide les había dado una valiosa mano a los de la Comisión: juntar algunos dinerillos para «los gastos» y lograr la adhesión de 37 comerciantes del medio para que el espectáculo se realice.

Zampieri y Ahrensburg debieron de sonreír. El público masivamente apoyó y 37 integrantes de las llamadas «fuerzas vivas» se encolumnaban para dar el tácito apoyo a las gestiones. El programa impreso para aquélla velada, tendría valor de documento.

Ni lerdos ni perezosos, tal vez animados por el apoyo logrado, siguieron con la munición mecanografiada.

El 27 de agosto vuelven a insistir ante la Dirección de la «Figueroa Alcorta» con las intenciones ya manifestadas anteriormente, en estos términos:

«…darle la materialización a nuestros esfuerzos, que consistiría en la incorporación de nuestra Escuela a la de la ciudad de Córdoba, que Ud. tan dignamente dirige «.

Pero se atreven a ir un poco más lejos, y envían con la misma fecha y casi con el mismo tenor de la nota citada anteriormente, otra dirigida al Ministro de
Educación y Cultura de la Provincia Dr. José V. Ferreira Soaje. Esta carta es clave. Leamos un párrafo:

«interpretando el sentir de toda la población, es que presentamos ante Vuestra Excelencia, muy respetuosamente, nuestro pedido de creación de la Escuela de Bellas Artes de Cruz del Eje, lo cual materializaría todos nuestros esfuerzos. De esta manera quedaría asegurada en forma permanente y oficial, el funcionamiento de nuestra escuela, lo que significa llevar adelante una institución que despertará en nuestra juventud sentimientos superiores de espiritualidad, que estimamos propende mejor a elevar la cultura de los pueblos».

La oficialización definitiva de la Escuela estaba formalmente pedida,
Los hombres de la Comisión arrojaron el guante. Lo recogería el Ministro?

El 5 de diciembre de ese año 57 amanece con la respuesta a ese interrogante. Ese día y mediante nota, el Ministerio de Educación de la Provincia pone en conocimiento que las actuaciones por la creación de la Escuela de Bellas Artes de Cruz del Eje, estaban en marcha, para lo cual se había abierto un Expediente. Este lleva el número 4750. Sin lugar a dudas, las tareas del año 1957 fueron muchas, y los miembros de la Comisión con merecimiento y justicia, habrían decidido tomarse las restauradoras vacaciones estivales. Prueba de esto, es el hecho de que recién el 27 de febrero de 1958 contestan a la nota ministerial, adjuntándole los antecedentes, nómina del personal
directivo y docente, y asignaturas que se dictaron en el ciclo lectivo anterior. He aquí el detalle:

DIRECTOR:                      Sr. Adolfo Negrini (Prof. de Dibujo y Pintura)

VICE-DIRECTORA:            Sra. Silvia Martorel (Prof. Dibujo)

SECRETARIO:                   Sr. Arnaldo Moyano (Maestro Normal Nacional)

PROFESORES:                  Srta. Ana Badie (Letras)

                                       Sr. Carlos A. Arrigoni (Ciencias)

                                       Sr. Adolfo Negrini

ASIGNATURAS:    Dibujo

                          Croquis

                          Ornamentación

                          Historia Americana

                          Geografía Argentina

                          Geometría

Aquella providencial carta del 27 de agosto de 1957, fue una verdadera bisagra en la historia institucional de la Escuela. La oficialización estaba en marcha.
La historia continuaba.

TERCER MOMENTO

«La Oficializacion 2»

No hay documentación escrita de lo que pasó entre el año 1958 y 1960.

Los datos que se irán vertiendo en la presente crónica referidos a ese período, son recogidos por testimonios orales de entrevistas mantenidas con algunos testigos presenciales de los hechos.

Lo cierto es que el romance entre la Escuela Técnica y aquello que pretendía ser la Escuela de Bellas Artes, duró lo que suelen durar los romances juveniles.

Parece que una de las causas posibles del fin del idilio, fue el estado en que quedaban las aulas ocupadas por las noches. Para ser claros, los futuros artistas, fieles a sus modos, no eran muy ordenados que digamos.

A partir de entonces, la escuela comienza una etapa de peregrinación como todo cristiano que debe pagar el «derecho de piso».

A todo esto, y por razones de la propia evolución de la enseñanza y de los requerimientos, se habían sumado otros docentes. Destacados luego por sus trayectorias como es el caso de Julio Luján muy reconocido por sus condiciones de gran dibujante y colorista, y Lucía Martín, estimada por todos y en todos los tiempos.

El nuevo escenario de actuación serían las viejas aulas de la Escuela Sarmiento, ubicada en calle Irigoyen al 200. No duró mucho la estadía en esa casa, por razones muy parecidas a las surgidas en la Escuela Técnica.

Estos inconvenientes, hicieron que los gestores de todo este movimiento y que habían encarado las cosas en serio, tomaran una decisión drástica. No se podía seguir viviendo de prestado. Había que tener «el hogar propio». Y hacia allá se puso proa.

La nave de la Escuela, con sus pocos bártulos, docentes y alumnos, pisaron tierra en una propiedad de calle Pellegrini N° 629. En una primera etapa, parece ser, que al contrato lo asumen valientemente algunos integrantes del grupo, quienes soportan de su propio bolsillo el pago del alquiler.

En esa casa, ya como «sede propia», se dictan materias más afines a lo que son hoy los programas, y se incorpora una carnada de docentes jóvenes provenientes de la ciudad de Córdoba, tentados a venir por quien ya era el Director, el Profesor Carlos Murúa.

Este detalle es menester destacarlo, por cuanto la influencia de ellos en aquéllas generaciones, caló muy hondo. Nombres como los de «Pancho» Herrera, el «Cata» Alexandri, el «Flaco» Domínguez, Parra, Krivoruc, son referentes inevitables a la hora de los recuerdos.

A la cadena de documentación, rota a principios del 58, se le encuentra una nueva punta. El nuevo eslabón, está fechado en 1960.

Con fecha 9 de noviembre, aparece la copia del Decreto N° 2721 Serie «A», mediante el cual el Gobierno de la Provincia aprueba el Contrato de Locación firmado por el Director Carlos Murúa y el Sr. Justo V. Barrios, de la casa de la calle Pellegrini. Este contrato tiene vigencia desde el 1° de Enero de 1960 y por el término de 2 años, con opción a uno más.

Este documento es fundamental, porque revela que el Gobierno convalida que la Escuela es oficial, toda vez que reconoce implícitamente que es una repartición dependiente del Ministerio de Educación.

 Se puede deducir, por los informes orales, que la «oficialización», pudo haber ocurrido allá por Octubre de 1960.

El contrato de la calle Pellegrini, aparentemente no se cumplió en los términos convenidos (2 años de duración). En efecto. Aparece en escena un Decreto, el N° 4739, que firma el Comisionado Federal en la Provincia (la palabra Comisionado, revela los tiempos que se vivían), mediante el cual se APRUEBA un nuevo Contrato de Locación, esta vez por una casa ubicada en calle Caseros N° 86 de esta ciudad. Firman ese Contrato el Director Profesor Murúa y el Señor Antonio Fernández. El primero en representación del Superior Gobierno de la Provincia de Córdoba, y el segundo como propietario del inmueble. El contrato, cuya copia se conserva, es por el término de 2 años. La locación empezaría a regir desde el día 1° de Agosto de 1961.

Debieron ser tiempos de ajustes y corridas económicas, muy reiteradas en nuestra agitada vida política, porque ese contrato es de corta existencia.

El 1 de Julio de 1962 ( a escasos 11 meses), es reemplazado por otro que regiría desde esta fecha y por el término de 2 años. Lo firman el Director Murúa y el Señor Fernández en las mismas calidades del contrato anterior.

Qué motivos pudieron surgir para que un contrato firmado en Agosto de 1961 y por el término de 2 años, sea cambiado por otro en Julio de 1962?.

El artículo Tercero de ambos, se encargarán de dar la respuesta. En el primer contrato, el alquiler fijado es de m $n 5000 mensuales. En el segundo, el precio es de m$n 8500. Cosas de la inflación que le dicen…

Este Contrato fue autorizado por el Sr. Comisionado Federal de la Provincia, por Decreto N° 4196 del 19-09-62.

El Gobierno de la «Comisión Federal», elegante eufemismo usado para, disimular el término Intervención, se olvido de pagar los dos últimos meses de alquiler de la casa de calle Caseros. Olvido u «Olvido»?. Lo cierto es que esa deuda se paga, una vez asumido el Gobernador electo. Por Decreto N°385 del 27 de Diciembre de 1963 se autoriza la cancelación de ese «atraso» (meses de septiembre y octubre de 1963). Este dato que es simplemente anecdótico, tiene su pequeña importancia. Da comienzo a una nueva etapa. Conseguida la oficialización en 1960*, y sentado base en el edificio de calle Caseros (hoy Av. Eva Perón) ya sin duda alguna, se podía comenzar otra batalla: tener el EDIFICIO PROPIO.

 (*) Esta oficialización carece de instrumento legal que la soporte. Como se dice en un párrafo anterior, las versiones orales de los testigos, aseguran que ocurrió en ese año. Y no estaban equivocados.

CUARTO MOMENTO

«La Casa del Arte»

A partir de la segunda mitad del año 1963, las cosas empiezan a tener otros matices.

Desde hacía 2 años se habitaba de manera estable la misma casa. No había pasado lo mismo con la Escuela Técnica, con la Escuela Sarmiento ni con la casa de la calle Pellegrini. La población escolar era aceptable para lo que son las escuelas de arte, de todo el país y de todos los tiempos.

A todo eso había que agregarle una novedad muy importante.

A finales de ese año se recibirían los primeros Maestros de Artes Plásticas de esta Escuela. Eran y son la Primera Promoción.

Fueron los hijos de aquélla oficialización «virtual» del año 1960 y que por otro lado, -en su mayoría-, se habían «bancado» (si se acepta el término), todas las etapas de la vida institucional desde el lejano 1957.

Y fue así. Cinco personas. Los de la «Primera Hora» salían con su Diploma bajo el brazo:

  • ·         LARIS ASÍS
  • ·         LEANDRO GOMEZ
  • ·         MODESTO HELGUERA
  • ·         ANDRÉS PY
  • ·         GWILI ROBERTS

Dos de ellos (Laris y Andrés), pasados los años, llegaron a ser Directores de la Institución.

Con las últimas burbujas de los brindis por ese grato acontecimiento, se instalaba el año 1964.

La batalla tendría ya dos frentes:

1.- Conseguir la oficialización definitiva y amparada en instrumento legal.

2.- Lograr que la casa habitada, sea propia.

El primero de los frentes, tuvo rápida definición. Con fecha 24 de Enero de 1964 y mediante Decreto N° 756 Serie «E», el Gobernador de la Provincia de Córdoba DECRETA: «Ratificar formalmente la creación de la Escuela Provincial de Bellas Artes de Cruz del Eje «, la que «… funcionará con los fondos que actualmente tiene asignado en el P. V. «.

Se debe hacer un alto en este punto.

Recuérdese que en el capítulo tercero de la presente crónica, se decía que por transmisión oral se podía establecer que la Escuela estaba oficializada en el año 1960, y que no existía instrumento legal.

El Decreto 756 blanquea la situación, cuando en su Considerando dice: «… que el mismo (el establecimiento) fue creado mediante la inclusión de los fondos necesarios para su funcionamiento en el Presupuesto de 1960, siguiendo en idéntica forma en los Presupuestos sucesivos… «. Y Decreta: «RATIFICAR formalmente la creación de la Escuela Provincial de Bellas Artes de Cruz del Eje , la cual funcionará con los fondos que actualmente tiene asignado en el P.V.«.

En base al texto, puede decirse verazmente que la Escuela fue oficializada en 1960, ya que este Decreto RATIFICA formalmente lo obrado ese año.

Aquél viejo sueño acunado por los pioneros de esta gesta, Zampieri, Ahrensburg y otros más, que ya no estaban, se habrán enterado que se había cumplido?

El segundo objetivo a conseguir, planteado en 1964, resultó más ameno, y no demandó artillería pesada. Es decir, no hay notas cruzadas, ni tantas fechas, nombres ni números, ni decretos ni burócratas. Tengo entendido que esa capítulo fue casi un trámite familiar.

Se debe recordar que estamos instalados en el año 1964, La esposa del entonces Presidente de la Nación no es otra que la Señora Silvia Martorel. Se debe revisar el capítulo segundo de esta historia. Allí figura el nombre de esta señora. Fue Vice-Directora de la Institución en el período «Escuela Fábrica», además de profesora. A pesar de su alejamiento activo, nunca estuvo desvinculada de la escuela. En ese año 1964 era la Primera Dama del país. Primera figura en las marquesinas. Se podía perder semejante oportunidad?

Aparece en escena un personaje «importado». Pero no cualquier personaje. Se llamó Jacobo Feldman. Viejo luchador de las cuestiones relacionadas con el arte. Dueño a su vez de una de las Galerías más tradicionales de Córdoba por ese entonces. Delegado del Fondo Nacional de las Artes en la Provincia de Córdoba. Amigo personal de la Señora Silvia…

Jacobo Feldman visitó esta escuela. Se hizo un acto, se charló y se brindó. El viejo Jacobo, traía además de su ñata y sus rizos blancos, una enorme y pesada baldosa de cemento en su equipaje. Esa pieza que aún se conserva, tiene grabada en letras de molde y en bajorrelieve una leyenda. El compromiso era empotrar esa piedra en algún muro visible de la escuela. Allí estaba, y está, el signo que debió asumir la Institución. Dice así: «EDIFICIO ADQUIRIDO CON SUBSIDIO DEL FONDO NACIONAL DE LAS ARTES, PARA LA CASA DE LAS ARTES Y DE LAS LETRAS DE CRUZ DEL EJE’.

La Escuela tenía ya su tan ansiado, querido edificio propio. La placa de cemento con leyenda en bajo relieve espera su lugar en alguno de sus muros.

El viejo Feldman, vaya a saber desde que lugar, también.

Los que fuimos testigos de aquéllas épicas jornadas, más todavía. 

 QUINTO MOMENTO

«La Chapa Nacional»

 El  año 1964 fue clave en lo institucional por esos dos temas gordos: la oficialización y la compra del edificio. En definitiva, la herramienta para funcionar dentro del sistema, con domicilio legal.

Pero ese año además, le otorgaría un valor agregado, y vaya que valor!. El 6 de Mayo, el Gobernador de la Provincia de Córdoba dice: VISTO: «La necesidad de dar una valoración nacional a los títulos que se expiden en los Establecimientos de Educación Artística de la Provincia… DECRETA: «. . .Aprobar los Planes de Estudios para los Establecimientos de Educación Artística de la Provincia» El Decreto lleva el N° 1336. Entre esos establecimientos está la Escuela de Bellas Artes nuestra.

Desde ese entonces y hasta el presente, se dictan las mismas materias. Desde allí en adelante todos los chicos y chicas que estudiaran en la Escuela obtendrían un título que les serviría para ejercer la docencia en arte en todo el territorio nacional. No era poca cosa.

Este corto capítulo, en rigor de verdad, debiera estar incluido en las cosas sucedidas en 1964. Pero dada la envergadura del suceso quise separarlo y darle entidad propia.

Ahora bien. Vuelvo sobre un planteo ya formulado.

Aquéllos viejos integrantes de la Comisión Pro-Escuela de Bellas Artes en el año 1957, habrían pensado que al tipear la primera letra de la primera carta, llegarían tan lejos? Lo habrán sabido?

Se debiera hacer un reconocimiento. No a ellos porque muchos ya no están, al menos los que fueron más visibles, sino a sus familiares. Aunque pese mucho la frase de Séneca: «La justicia, cuando es tardía….»

SEXTO MOMENTO

«La Expansión»

La Escuela gozaba de buena salud. Estaba bien plantada. Por esos años, funcionaba a pleno la carrera del Magisterio. Había llegado la hora de la expansión.
Ese parece que fue el signo de los años 70.

A todo esto, la escuela había hecho muy buena letra en sus relaciones sociales. Se organizaban muestras, se pintaban murales en distintas instituciones del medio. También algunas esculturas. Se creaban y ejecutaban escenarios, stands para exposiciones y se diseñaron y construyeron carrozas en varias ediciones de la Fiesta Nacional de Olivo. Todo un ejemplo de proyección a la comunidad.

Es más, facilitó sus instalaciones para que en ellas funcionaran dos instituciones educativas: 1.C.E.I.C.A.N.A., institución privada de enseñanza de inglés, cuya sigla quería decir: Instituto Cruzdelejeño de Intercambio Cultural Argentino Norteamericano, y la Escuela de Curtiduría «Leopoldo Lugones». Esta escuela funcionaba en unos galpones de la Municipalidad. En el año 1968 y por Resolución N° 066 la Dirección General de Enseñanza Secundaria autoriza su traslado al local de la Escuela de Bellas Artes. También autoriza a sus Directivos a realizar sondeos para incorporar otras especialidades a su enseñanza. A la postre esta Institución derivaría en lo que fue el Bachillerato «Arturo Capdevila», hoy IPEM N° 104.

Pero retomemos a la Escuela de Bellas Artes. Fue (lo sigue siendo) una casa de puertas bien abiertas a la comunidad.

Sus Directivos y Docentes, avizoraban que la sociedad iba hacia un cambio, y que ese cambio traería aparejado nuevas exigencias. Se pone en marcha el Tallercito Infantil. Se comenzaba a abrir el juego.

Ese Tallercito funcionó un tiempo de manera experimental (en el sentido de que no era reconocido oficialmente), y sus docentes primero uno y luego otra, de gran vocación y entrega, trabajaron ad-honorem.(*)

Recién en el año 1974, mediante Resolución Nº 873, la D.E.M.E.S. autoriza el funcionamiento del «Taller de Expresión Plástica Infantil» en la Escuela.

Como se decía en un párrafo anterior, la cosa se venía con sabor a cambios y acomodaciones a nuevas realidades. Nuestros directivos y docentes no estaban equivocados cuando tomaron algunas medidas. Prueba de ello, es la nota que con fecha 25 de septiembre de 1972, envían a la Inspección de Enseñanza Artística, solicitando su gestión para una audiencia con el Señor Ministro de Educación, en la cual «fundamentarían la creación de un curso de capacitación en Publicidad y otro en Cerámica». El juego se seguía abriendo.

Esos cursos se crean por Decreto N° 6520 de fecha 31 de diciembre de 1975.

Se iniciaba un camino de verdadero crecimiento institucional. Al Taller Infantil y a los cursos de Cerámica y Publicidad, se le van a sumar con el correr del tiempo los cursos de Decoración de Interiores, creados por Resoluciones N° 488 del 13-06-81, 403 del 22-06-83 y 1187 del 04-10-84, además del Taller de Capacitación Plástica para Adultos.

Los años por venir, son años de afianzamiento. Se navega sobre aguas tranquilas.

Los pilotos, no necesitan abrir la bitácora.

(*) Vale la pena rescatar sus nombres; primero el de Héctor Contreras y luego el de Dolly Fernández -esta última- verdadera «alma mater» de las actividades de ese grupo de nulos, por muchos años.

SEPTIMO MOMENTO

«El Maquillaje»

 En la Oficina de Catastro de Cruz del Eje, dependiente de la Dirección General de Rentas de la Provincia, en una vieja carpeta, hay un papel que encabeza a manera de carátula un expediente. Es un folio algo amarillento.

Obviando las letras de molde y escudo del encabezamiento, se puede leer que con fecha 3 de diciembre del año 1965, se escrituró una propiedad a nombre del Superior Gobierno de la Provincia de Córdoba, con destino a la Escuela Provincial de Bellas Artes de Cruz del eje, cuyo vendedor es el Señor Antonio Fernández Decara, con número de orden 38186, Dominio 444, Folio 562.

Siguen un montón de números más, y nombres, y fechas, y superficies, y colindantes y etc. etc.

Ya no importan. Para la burocracia, también estábamos en orden.

No obstante, esa casona que en su plenitud, albergó a generaciones de jóvenes estudiantes, debió por las circunstancias, ampliarse. Sin saberlo, casi, su familia se había agrandado.

Ya se dijo que en los años 70 y comienzo de los 80, la población escolar creció en razón de sus nuevos cursos y talleres.

Nuestro parral, bondadoso como todos los parrales, escenario natural de tantas jornadas inolvidables, cedió su espacio, y allí se levantaron dos grandes aulas y dos baños. Esta era la primera etapa de un gran proyecto edilicio.

A principios de la década del 80, se construye un nuevo espacio; esta vez le toca estrenar ambiente a uno de los talleres. En estos tiempos, la escuela está en pleno proceso de Refacción, Ampliación y Refuncionalizacion del edificio. Obras comenzadas el día 20 de abril de 2001, es un ambicioso proyecto que contempla la construcción de dos aulas, refuncionalizar parte de la estructura original y levantar un gran salón de usos múltiples en donde se podrán desarrollar actividades escolares y de extensión, conferencias, muestras, teatro, cine, etc.

Es más, quienes dirigen esta institución, manifiestan haber pedido la ampliación del presupuesto, para continuar con la transformación que sería el punto final, edificio nuevo mediante, para cerrar el proceso iniciado hace ya 30 años.

Cuando esta crónica va terminando, es grato y hasta oportuno señalar, y esto surge de la boca de todos los entrevistados, integrantes en su mayoría de aquellas viejas camadas de alumnos (algunos, luego docentes de la casa) el apego que se le tiene a esa vieja casona de la ex calle Caseros al 86.

Se advierte que hubo un alto grado de pertenencia a ese edificio y a todo lo que él significaba. Es obvio, que puertas adentro debieron ser muy felices. Este tema es muy importante, porque señala todo un perfil de comportamiento colectivo. La escuela era algo así como la casa propia.

Se debe tener en cuenta, que por aquellos años, aunque hoy parezca increíble, no era cosa fácil asistir a una escuela de estas características.

Para una sociedad (nos referimos a la cruzdelejeña), que en lo educativo venía sin arritmias, instalarse de pronto con una modalidad en la que los asistentes observaban y estudiaban en libros que mostraban ilustraciones de mujeres y hasta hombres desnudos…., bueno,…algunas erupciones habrá despertado (*). Ni que pensar, cuando ocasionalmente y con mucha suerte se trabajaba con modelo vivo y desnudo. Las cuentas de los rosarios, no darían abasto.

Lo cierto es que todo confluyó para que aún hoy, la gente mantenga vívida la imagen de aquellos tiempos.

Aventuro a decir que esa casa, obró como un gran vientre materno que protegía, alimentaba y daba calor a sus hijos.

Por estos días, la historia es otra. La casa está siendo sometida a un intensivo maquillaje. Se está preparando para entrar a escena en una arena distinta.

Los viejos deberán, con el pié que les da la sabiduría de los años, acompañar la obra de la escuela en los nuevos tiempos que se prometen.

Ya no es hora de pensar, como acodados nostálgicos, en que «todo tiempo pasado fue mejor?»

No es así. Lo que se viene es lo mejor. Ya van a ver…  

Fin.

(*) Las ilustraciones que se veían en aquellos años, eran la Venus de Milo, alguna Diana, Leda, los murales de Miguel Ángel, los de Rafael, en fin, cosas que en otros lares hacia varios cientos de años, no sonrojaban a nadie.